Álvaro de Luna. Estadista al Servicio de Juan II.

Nació alrededor de 1390 en Cañete y murió el 2 de junio de 1453 por decapitación en la Plaza Mayor de Valladolid. Fue un noble influyente en la corte del rey Juan II de Castilla. Obtuvo su influencia en particular mediante el apoyo que brindó al rey en la lucha contra los llamados Infantes de Aragón.

Álvaro fue introducido en la corte en 1408 por su tío Pedro de la Luna, obispo de Toledo y el futuro Papa Benedicto XIII. Ganó influencia muy rápido en Juan II de Castilla, quien en ese entonces todavía era un niño. Castilla estaba gobernada por Fernando, el tío de Juan, quien asumió la regencia de Juan tras la muerte de su hermano Enrique III. La madre de Juan, Catalina de Lancaster, estaba tan preocupada por la influencia de Álvaro que intentó expulsarlo de la corte, pero no lo logró. Durante la regencia de Fernando, que terminó en 1412, no pudo ascender más. Pero tras el Compromiso de Caspe, cuando Fernando fue elegido rey de Aragón, su atención se centró principalmente en Aragón. Álvaro supo maniobrar de tal manera que consiguió una posición importante en la corte y fue tenido en alta estima por el joven Juan.

Por una conspiración de un grupo de nobles, Álvaro de luna fue expulsada del Consejo de la Corte y despedido, pero el año proximo podía volver. Por una conjura de un grupo de nobles, Álvaro de Luna fue destituido de la corte en 1427 y desterrado, pero pudo regresar al año siguiente. En 1431, hizo su mejor esfuerzo para organizar una expedición contra los moros, que todavía ocupaban Granada. Se lograron algunos éxitos en la Batalla de Higueruela, pero finalmente la expedición fracasó.

En 1445 surgió una nueva conspiración contra Álvaro de Luna, por un grupo de nobles que contaron con el apoyo de los Infantes de Aragón. Reunieron un ejército, que fue derrotado en la Primera Batalla de Olmedo.

Después de la victoria, Álvaro de Luna fue nombrado gran maestre de la Orden de Santiago. El rey se volvió a casar en 1447 en sus segundas nupcias con Isabel de Portugal. La nueva reina luego ponía fin a la nobleza inluente en la corte. La nueva reina rápidamente puso fin a los nobles influyentes en la corte. Álvaro fue arrestado y condenado a muerte, siendo decapitado el 2 de junio de 1453 en la Plaza Mayor de Valladolid.

Standbeeld van Álvaro de Luna in Cañete